sábado, 17 de enero de 2015


Sin lugar a duda el enigmatico lago Titicaca guardaría en sus profundidades, las huellas del contacto entre los Anunnaki y los habitantes de esta civilización.


En el altiplano boliviano, a 4,000 metros de altura y casi a orillas del lago Titicaca, yacen los restos pétreos de lo que continúa siendo uno de los más grandes enigmas de la historia universal, la cultura Tiahuanaco. 

Para algunos, la más antigua civilización del planeta; para otros, la Atlántida de Platón; para la historia oficial, la cultura que dio origen a la civilización Inca y, para Los Divulgadores, la prueba más contundente de la presencia de los Anunnaki de Zecharia Sitchin en América Latina. En los últimos días, nuevos indicios confirmarían indirectamente varias de las hipótesis que hemos venido desarrollando sobre la relación entre los dioses extraterrestres conocidos como los Anunnaki y la cultura Tiahuanaco. 


Los arqueólogos belgas del proyecto Huiñaimarka que cuenta con el apoyo del Centro de Arqueología Subacuática Andina (CASA), presentaron el resultado de los primeros dos meses de exploración subacuática: alrededor de dos mil piezas arqueológicas rescatadas de las profundidades del lago Titicaca. Entre los objetos rescatados por la misión belga se encuentran huesos, piedras preciosas, cerámicas con representaciones de felinos, piezas de plata, más de 31 fragmentos de oro laminado, y un timón y un ancla pertenecientes a una embarcación prehispánica.

Si bien han existido varias misiones de exploración subacuática en el lago Titicaca, el proyecto Huiñaimarka es la primera misión de excavación subacuática. Este proyecto durará hasta el año 2016 y su objetivo principal es investigar una serie de emplazamientos costeros precolombinos, principalmente de la cultura Tiahuanaco. 

Algunas de las piezas han sido datadas hacia el periodo incaico, otras hacia el periodo preincaico y unas pocas hacia el año 500 de nuestra era. Según el director del proyecto, el arqueólogo belga Christophe Delaere, estas son las primeras piezas de oro encontradas en el lago.

Titicaca: “Encontramos importante material arqueológico formativo, propio de culturas del Tiahuanaco, Inca, y además material del siglo XIX y del siglo XX. Es decir que tenemos aquí 2.000 a 2.500 años de historia. 
Estas son las primeras piezas de oro que hemos encontrado. También un timón y un ancla que serían de un bote prehispánico.” La versión oficial es que varias de las piezas encontradas son ofrendas que los antiguos pobladores de la cultura Tiahuanaco lanzaron al lago Titicaca, el cual consideraban sagrado. 
Siguiendo con la versión oficial, estas piezas muestran que antes de la llegada de los españoles, existía un gran intercambio cultural y comercial entre las civilizaciones de la región. Estas ideas han sido invocadas por historiadores y arqueólogos, apenas se tuvo noticias del hallazgo. Lo interesante es que en este descubrimiento existen varios detalles que apoyan indirectamente las teorías alternativas sobre el contacto entre los Anunnaki y los habitantes de la cultura Tiahuanaco.

Misteriosos secretos sumergidos en el lago.

El proyecto Huiñaimarca es el primer esfuerzo por realizar excavaciones subacuáticas en el lago Titicaca pero no es el primero en realizar exploraciones subacuáticas.
En 1966, un grupo de buzos argentinos liderados por Ramón Avellaneda encontró un camino empedrado de unos 30 metros de longitud, siete edificaciones de unos cinco metros de ancho y diez de largo en forma de U con la parte abierta señalando hacia el centro del lago y veintidós muros paralelos . El descubrimiento fue realizado a siete metros de profundidad cerca a Puerto Acosta, un pueblo boliviano a orillas del lago, ubicado cerca a la frontera con el Perú. 

Pocos años después, inspirado por la historia de los buzos argentinos, el explorador francés Jacques Cousteau aprovechó uno de los viajes de su famoso navío “Calypso” para atracar en el puerto de Mollendo y transportarse en tren hasta las alturas bolivianas con el fin de realizar una serie de exploraciones subacuáticas. El resultado de estas exploraciones quedó plasmado en el documental “La leyenda del lago Titicaca” en el que el equipo de Costeau fracasa en su intento de filmar las estructuras sumergidas y decide dedicarse a recoger peces muertos.

Hugo Boero Rojo, el reconocido académico boliviano estudioso de las culturas precolombinas, anunció en 1980 que había encontrado restos arqueológicos de estructuras arquitectónicas sumergidos a quince metros de profundidad en el lago Titicaca. El hallazgo fue realizado en el mismo lugar en el que los buzos argentinos encontraron las construcciones en forma de U, cerca de Puerto Acosta. Meses después, Boero Rojo declaró sobre el tema en una conferencia de prensa: “Ahora podemos afirmar que la existencia de construcciones precolombinas debajo de las aguas del lago Titicaca no es una mera suposición o ciencia ficción sino un hecho real…los restos hallados muestran la existencia de antiguas civilizaciones que anteceden grandemente a la colonización española. 

Hemos encontrado templos construidos de inmensos bloques de piedra con caminos de piedra que llevan a lugares desconocidos y peldaños de escaleras cuyas bases se pierden en las profundidades del lago entre una tupida vegetación de algas.” Años después, en el 2004, el grupo italiano de exploración científica Akakor realizó tres expediciones de exploración subacuática en el lago Titicaca (Atahuallpa 2000, Titicaca 2002 y Tiwanaku 2004) con el fin de sustentar su teoría, la cual sostiene que hacia miles de años el lago tenía una altura menor a la actual.

En la primera expedición de la sociedad Akakor, “Atahuallpa 2000”, se encontró a trece metros de profundidad restos de una construcción preincaica, terrazas de cultivo, ruinas de lo que habría sido un muro de contención, un camino de piedra, restos de un centro ceremonial y varias piedras talladas. Durante la segunda expedición, “Titicaca 2002”, se encontraron más restos de estructuras preincaicas. Los hallazgos más significativos sucedieron durante la tercera misión denominada “Tiwanaku 2004”. El resultado de la tercera expedición de Akakor a las profundidades del lago dio como resultado 30 horas de filmación, 2,000 fotografías digitales subacuáticas y hallazgos interesantes como varias piezas de cerámica, un ídolo de oro de sesenta centímetros , un muro de contención y otras estructuras arquitectónicas.

Como vemos, uno de los factores comunes desde la expedición de Jacques Costeau hasta la expedición Huiñaimarca es el hallazgo de estructuras arquitectónicas Pero, ¿cómo es que estas estructuras han quedado sumergidas? El problema es que la existencia de estas estructuras subacuáticas presenta una contradicción evidente. Si como dicen Posnanski y otros investigadores, el lago era originalmente más grande y se ha reducido de tamaño progresivamente en los últimos miles de años, entonces ¿cómo es que existen estructuras sumergidas bajo sus aguas? El lago, al reducir su tamaño, debería dejar al descubierto las bases de los muelles de la ciudad o restos de embarcaciones pero no deberíamos encontrar construcciones como caminos o templos bajo sus aguas.

Esto significaría que estructuras como el llamado, quizás erróneamente pues para Sitchin es un observatorio astronómico, palacio de Kalasasaya; el bloque de piedra bautizado casi arbitrariamente como “la Puerta del Sol”, el templete semi subterráneo, la pirámide de Akapana y el complejo de Puma Punku habrían sido erigidas previamente a este diluvio que terminó cubriéndolas con casi dos metros de lodo y sumergió en las profundidades del lago las construcciones tiahuanaquenses que se encontraban cerca a Puerto Acosta y a la isla del Sol. 

El diluvio podría haber sumergido los rastros más significativos de la presencia Anunnaki y podría haber dejado en pie solamente los monumentos y estatuas más grandes que son los que han llegado hasta nuestros tiempos. Luego del diluvio el agua del lago habría quedado casi estancada gracias a la geografía de la región y se habría reducido progresivamente a lo largo de miles de años.

Si realmente las estructuras de Tiahuanaco y Puma Punku fueron construidas hace miles de años, antes del diluvio universal, esto ayudaría a responder una de los enigmas relacionados a la cultura Tiahuanaco: ¿por qué alguien decidiría construir una ciudad en un lugar con un clima tan difícil como el de la meseta de Tiahuanaco? Una primera respuesta podría ser que los Anunnaki escogieron el lugar por su estratégica ubicación y por su potencial metalúrgico. Pero un clima como el que actualmente tiene el lago Titicaca podría obstaculizar seriamente cualquier tipo de actividad de explotación minera. 

Las investigaciones de Boero Rojo aportan un dato importante para entender porque los Anunnaki podrían haber escogido este lugar.

Según el investigador boliviano, alrededor del 12,000 AC antes del diluvio universal, el lago Titicaca habría estaba unido al lago que ahora se conoce como Poopó (ver mapa de arriba). En ese entonces, la región del lago Titicaca habría tenido un microclima privilegiado, muy diferente al actual, que podría haber favorecido el desarrollo de culturas durante cientos de años. Un buen ejemplo de lo que fue este microclima es el que se puede experimentar actualmente en la isla del Sol cuyo clima es templado y agradable a diferencia del que presenta la mayoría de la meseta de Tiahuanaco.

Definitivamente podríamos decir que hemos venido recuperando y organizando el pasado oculto sumergido de la verdadera civilización Tiahuanaco y las esquivas huellas de la presencia Anunnaki en el altiplano peruano boliviano.





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